¿Quién no ha comido un Croissant alguna vez?
Hoy os queremos contar de dónde proviene el croissant, y os pondremos la receta también!
Un poco de historia...
La palabra “Croissant”, que viene del francés y significa “creciente” (y creciente hace referencia a la forma de media luna que tiene).
Y aunque la palabra que designa a ese maravilloso “bollito”, que tanto gusta y tiene un éxito enorme en todo el mundo, proviene del francés, y todo el mundo piense que los Croissants sean de Francia, su origen no está ahí, siendo en Viena, Austria.
Cuenta la leyenda que se empezaron a hacer estos bollos en una pastelería en Viena.
Como los pasteleros trabajaban por la noche, se dieron cuenta de que los enemigos estaban excavando un túnel para entrar en la ciudad y atacar por la noche y dieron la alarma. Gracias a éstos, los vieneses consiguen abortar este asalto (los turcos ya había intentado sitiar Viena más veces) y tras esta nueva derrota turca, el emperador decidió condecorar a los panaderos y éstos en agradecimiento hicieron lo que ahora son los Croissants, pero entonces llamado Halbmond (en alemán “media luna”). Los hicieron con esa forma de media luna para reírse de los turcos (ya que su emblema era la media luna) e inmortalizar su victoria.
Aunque no sepamos a ciencia cierta si se hicieron así por ese motivo, el hecho es que su origen sí se sitúa en Viena en el siglo XVII.
La palabra croissant no aparece en el diccionario francés hasta 1863, y la primera receta se publicó en 1891, pero con otro tipo de masa diferente a la actual. La receta del primer croissant tal y como lo conocemos hoy en día no se dio a conocer hasta el año 1905, en Francia, y no se divulgó hasta 1920. Desde entonces los franceses lo hicieron tradicional en su país como un alimento típico del desayuno.
Receta:
Hay mil tipos de croissants, unos más mantequillosos, otros menos, unos los hacen con margarina, otros con mantequilla (los mejores! para nuestro gusto...), grandes, pequeños, rellenos, a la plancha,...
- 175 gr. de harina de fuerza (tipo 55)
- 75 gr. harina normal (tipo 45)
- 30 gr. de azúcar
- 10 gr.de leche en polvo
- 50 gr. de mantequilla en pomada
- 125 gr. de mantequilla dura
- 12,5 gr. de levadura fresca
- 11 cl. de agua
- una pizca de sal
- 1 huevo y una yema (para dorar)
Cómo hacer la receta paso a paso:
1. Si disponemos de un robot, verter los dos tipos de harina, el azúcar, la leche en polvo, la sal, la levadura fresca y los 50 gr. de mantequilla en pomada y empezar a amasar con la batidora. Y poco a poco ir añadiendo el agua. Dejar amasando durante 5 minutos aproximadamente. Si no disponemos de robot, se puede hacer a mano, pero es más pringoso y lento...
2. Quedará una masa uniforme y que se despega bien del recipiente.
3. Poner la masa en una superficie enharinada y darle una forma rectangular y cubrirla con film transparente. Dejar reposar en la nevera por lo menos 2 horas.
4. Pasadas esas horas, meter unos 15 minutos los 125 gramos de mantequilla en el congelador.
5. Sacamos nuestra masa de la nevera y con ayuda de un rodillo le damos otra vez forma rectangular, sin dejarla muy fina (dejar un grosor de algo menos de un dedo más o menos).
6. Cogemos la mantequilla del congelador y con el rodillo le damos forma rectangular también. (si vemos que se nos pega, podemos ponerla sobre un papel de cocina antiadherente un poco enharinado)
7. Poner la mantequilla con la forma rectangular sobre la mitad del réctangulo de nuestra masa de hojaldre y plegarla, de forma que no se salga ni se vea la mantequilla. (Hay que cerrarlo bien, que si no se saldrá la mantequilla.
8. Con el rodillo ir extendiendo la masa con la mantequilla dentro.
9. Ahora hay doblar la masa y cubrirla con film para que repose en la nevera durante 1 horita.
10. La sacamos de la nevera, y volvemos a amasar con el rodillo, y volvemos a hacer el paso 9.
11. Ahora ya sí que podemos empezar a dar forma a nuestros croissants. Tenemos que cortar la masa en triángulos e ir enrollando desde la base del triángulo hasta la punta, la cual debe quedar en la parte de abajo del croissant para que en el horno no se levante.
12. Ahora que los tenemos casi hechos, solo queda dejarlos reposar un par de horas para que aumenten su volumen. Antes de que pasen estas dos horas, precalentar el horno a 185 ºC e ir batiendo el huevo.
13. Barnizar nuestros croissants y al horno durante unos 12 minutos (si vemos que siguen muy blanquitos, los podemos dejar un poco más!
14. Y ya están listos para comer!! Mmmmmm... Qué bien huele!!
Además, con este mismo hojaldre, podemos hacer también napolitanas o caracolas, y rellenarlas con lo que más nos apetezca, al igual que los croissants.