Quién no ha comido unos grisines o colines (acepción española) en un restaurante italiano de "aperitivo"? Con lo ricos que están...
Pues bien, hemos viajado a Italia y hoy os traemos una receta que nos gusta mucho para hacer estos palitos de pan que se pueden poner en cualquier momento, tanto de picoteo antes de comer, como de merienda o incluso para acompañar algún tipo de comida.
Los grisines tienen su origen en Italia, y se trata de un pan crujiente que no tiene miga, lo que hace que resulte más ligero que comer un trozo de pan. Se cree que se empezó a consumir hacia el año 1300, llamado entonces ghersa. Pero en 1500, por las circunstancias económicas, los empezaron a hacer más pequeños, recibiendo el nombre de gherssin. Y es en 1679 en Turín cuando lo hicieron tal y como lo conocemos hoy en día.
Como en la cocina siempre se está innovando, en la actualidad podemos encontrar grisines de todos los tipos y sabores: de cebolla, de queso, de tomate seco, de diferentes especias,...
Ingredientes:
- 4200 gr. de harina (si veis que falta añadir un poco más)
- 120 gr. de agua templada
- 80 gr. de leche
- 60 gr. aceite de oliva
- 1 sobre de levadura de panadería
- Una cucharadita de azúcar
- Una cucharadita de sal
Receta paso a paso:
- En primer lugar se pone en un cuenco la harina y sobre ésta los demás ingredientes.
- Mezclamos y amasamos bien los ingredientes.
- Si vemos que nos queda una masa muy "pegajosa" añadimos más harina, hasta que nos quede de forma que podamos trabajar bien con ella.
- Si queréis hacer grisines normales, es decir, sin ningún sabor especial, extendéis la masa sobre una superficie y la estiráis con el rodillo. *
- Se cortan tiras y se ponen sobre papel antiadherente en el horno (previamente precalentado a 190ºC ).
- Cuando veamos que estén dorados (aproximadamente 10 minutos), los sacamos y seguimos horneando los demás.
- * Si queremos hacerlos de diferentes sabores, entre el paso 3 y el 4, dividimos la masa en porciones y la mezclamos con los diferentes ingredientes que vayamos a utilizar. Y a partir de aquí, los pasos son iguales que con los grisines normales.
- Segunda horneada: Finalmente, para que éstos tengan una textura bien crujiente, ponemos todos los grisines en la bandeja del horno de nuevo, y horneamos 15 minutos más, pero a una temperatura de 130ºC máximo.
Nosotros los hemos hecho de parmesano, queso emmental y pimentón, aceitunas negras y de tomillo.