Hoy viajamos al Pirineo Navarro, donde hemos descubierto un pueblo precioso, situado en el valle de Salazar. Además, el hecho de que se encuentre en la confluencia de dos ríos, el Zatoya y el Anduña, hace que el paisaje sea aun más epecial, y con las montañas detrás.
Aunque el pueblo es pequeño (menos de 700 habitantes), tiene muchos lugares que merece la pena visitar:
- Palacios medievales de Urrutia, Iriarte y Donamaría, así como algunas casas blasonadas que datan de los siglos XVIII y XIX.
- Las casas típicas de Ochagavía, que están construidas en piedra, con tejados muy empinados, de teja rojiza. Como característica especial, practicamente todas las casas están separadas por un pequeño espacio (llamado etxekarte).
- El puente de piedra medieval construido sobre el río Anduña.
- La Iglesia de San Juan Evangelista: en esta iglesia podemos observar restos de de la época medieval (siglo XI), así como de los siglos XVI y XVII. En su interior, por ejemplo, encontramos 3 retablos de estilo renacentista (siglo XVI). Y también destaca el coro, algunos lienzos y piezas de orfebrería.
- Ermita de Nuestra Señora de Muskilda: esta ermita tiene un estilo románico, y fue construida en el siglo XII. Posteriormente, en el siglo XVII sufrió una remodelación. Tiene una planta rectangular y una torre cuyo tejado tiene forma de cono. Esta ermita no se encuentra en el propio pueblo, pero está a menos de 5 km de éste, en el monte Muskilda, a 1.025 metros de altitud.
Finalmente, con respecto al alojamiento en Ochagavía, es el lugar perfecto si estáis pensando visitar la selva de Irati. Además, casi todas las casas rurales son ideales. En la web del Ayuntamiento de Ochagavía podéis encontrar las diferentes casas rurales, hostales y campings que este pueblo con tanto encanto ofrece a sus visitantes.