Cuando publicamos el post de Jacob´s Well, alguien nos sugirió que visitáramos los Cenotes, en México, en concreto en la zona de Yucatán.
Se trata de depósitos de agua dulce de origen kárstico. Existen varios tipos: abiertos, semiabiertos o subterráneos o en gruta. Que sean de una forma u otra depende de la edad del cenote (cuanto más abiertos al cielo, más antiguos, y esto se debe a la erosión).
Suelen tener forma circular. Comienzan siendo una cámara subterránea debido a la disolución de la roca caliza debido al agua que se infiltra por la lluvia. Y esta misma erosión es la que puede provocar que acabe abriéndose la cúpula y quedando visible en la superficie.
Además, muchos están conectados por debajo. Lo que los hace muy interesantes para los amantes del submarinismo y la espeleología.
En algunos cenotes han construido escaleras para poder bajar a ellos y que la gente pueda darse un baño, hacer snorkle o bucear. Eso sí, no todos son accesibles para estas actividades.