Se trata de un bosque de secuoyas gigantes y muy antiguas (tienen aproximadamente unos 850 años).
Debido a su situación próxima a la costa, es habitual que se forme en él una capa de niebla marina, que humedece el ambiente y que favorece el crecimiento vigoroso de las plantas.
Tampoco se puede acampar en el Parque, pero si en los alrededores, en zonas preparadas para ello.
Además, hay algún sendero que está pavimentado, por lo que se puede acceder en silla de ruedas.